Hace unos días hice limpieza de un cajón donde guardo cosas que me recuerdan diferentes etapas de mi vida; encontré boletas de calificaciones de mi larga vida académica; exámenes; fotos; detalles que recibí; estampas de álbumes; pendejaditas y cartas, muchas cartas.
Resultó muy interesante ver como una manera muy efectiva de comunicarnos -al menos en las décadas de los 80 y 90s del siglo pasado, era a través de las cartas y notas de todo tipo: de amistad; amor; friend zone; para reclamar; disculparse; declararse; agradecer; felicitar... ¡puf!
Además, en cualquier presentación: tarjetas, post its, hojas blancas; hojas sueltas; hojas de cuaderno; cartulinas; en sobre o las hojas perfectamente dobladas con una creatividad que dificultaba regresarlas a su estado original.
Tengo cartas de compañeritas de la primaria que me dicen cuán contentas estaban de contar con mi amistad; muchas cartas y tarjetas de la vecina con la que compartimos tiempo y espacio en una niñez muy feliz y un amor de esos que si lo piensas ahora, lo llamaríamos platónico; cartas de novias que me cortaron así de lejitos y de muchas personas en la secundaria y preparatoria; incluyendo ese primer amor.
Hace poco me preguntaba porque me gusta tanto hablar y escribir sobre las cosas que pasan en la vida cotidiana; me parece que en esto que encontré en mi cajón está la respuesta: pertenezco a una generación, quizá la última que tenía en el papel y la pluma un poderoso medio de comunicación y muy diferente a lo que poco tiempo después significaron los mensajes en el celular y los correos electrónicos.
Precisamente, sobre estos últimos, recuerdo como fueron sustituyendo al papel, la facilidad para llegar a las personas los convirtieron en una muy, muy práctica manera de comunicarse: podías enviar esas cadenas de chistes -u otras cosas- y sentías que estabas en contacto con mucha gente.
Yo los utilizaba para enviar mensajes masivos, lo mismo cadenas de chistes (jeje) que anuncios y felicitaciones de fin de año.
Espero poder subir algunas de esas comunicaciones, como ejemplo de lo que se vivía a principios de siglo, y espero poder escribir aquí sobre este fin de año.
Miren todo lo que evoca una espulgada al cajón de recuerdos, y ya no les digo sobre mis calificaciones: encontré boletas de primero de primaria, examenes del último año, las evaluaciones de diagnóstico cuando entré a la secundaria de la UNAM, bueno, de pronto encontré examénes de la especialidad, y esa ya la hice... no mames! ni tan reciente; ya pasaron 12 añitos... ¡uf! recuerdos y más recuerdos que, insisto me dan temas que platicar aquí y quizás en el canal...
¡Feliz año! Les escribo pronto.
---Alexred---
No hay comentarios:
Publicar un comentario