lunes, 4 de enero de 2021

Tiempos humanos... (de la serie Misantropías pasajeras)

Son tiempo perros, o al menos eso dicen; y no sé por qué si los perros son criaturas espectaculares. Sin embargo, así dicen y seguro hacen referencia a los malos ratos que pasan los perros callejeros, solo que hay una diferencia: ellos no se buscaron sus penurias, prácticamente nosotros se las provocamos... así como muchas de las nuestras a nosotros mismos. 

Y en esta diferencia está lo importante, no deberían llamarse tiempos perros, sino tiempos humanos.

Si de pronto -estimado lector- esta usted leyendo esto en el año 2021 o después, lo felicito por que es usted un sobreviviente...

Cuando cumplí 30 lo primero en que pensé -en serio- fue que brincaba la estadística y me felicité por ser un sobreviviente -me dije- hasta de mi propias pendejadas. No imaginaba yo que en la suma de lo aprendido entre los quince y los treinta y la etapa de la que se supone se comienza a forjar la mayor madurez mental -y física-, los siguientes diez años se convertirían tan solo en un entrenamiento táctico para lo que viviríamos ahora, y parecería que no es suficiente.

Hoy, en enero de 2021, nadie puede siquiera hacer una quiniela de lo que se aproxima. El 2020 dejó un daño irreparable en nuestras almas, vacíos inquietantes, alarmas imposibles de apagar, porque además de todo -y por si fuera poco- la emergencia internacional, específicamente el maldito virus, nos amenazó a todos de tantas y tan variadas maneras que era imposible no ser alcanzado: un familiar muy cercano, una amiga, un amigo, la vecina, uno mismo, un negocio, un trabajo, mil, millones... una masacre.

Y detrás de todo la angustia -y seguramente, dolor- podemos ver que un fenómeno de tal envergadura es imposible de determinar cuándo pasará con exactitud, aunque al mismo tiempo sepamos, por pura probabilidad, que es inevitable que suceda, pero también nos hemos dado cuenta que, aún en los lugares donde se presume hay más dinero -sí, allá donde siempre los que más tienen lo han tenido siempre- los sistemas de salud han sido desmantelados y sus gobiernos han sido incapaces de recibir a los contagiados y contener la muerte o, al menos, retrasarla. De ahí para abajo por qué tendríamos que esperar mejores condiciones.

Y ésta es la tragedia que se suma al saldo que ha dejado el triunfo de nuestra especie en la Tierra; es nuestro Apocalipsis zombi, son los tiempos humanos en los que nos enfrentamos a nosotros mismos y a la destrucción que hemos dejado en el camino. 

Porque, contrario a nuestra naturaleza -social- el remedio es enclaustrarnos o de menos, distanciarnos, alejarnos lo suficiente para asegurar la supervivencia de todos los regímenes en el mundo; y en otras circunstancias quizá sería una buena solución, pero hasta antes de la pandemia, cuántos de nosotros estábamos acostumbrados, ya no programados, para pasar tiempo en casa; ahora pasamos de destruirnos en la calle a destruirnos en el seno de un hogar que nunca ha existido... ésta es otra tragedia, la de las masas, la de todos los estratos.

Debo confesar que hoy vi a algunas personas con las que hablo siempre y veo seguido (una de ellas se contagió hace poco) y las abracé, eso no pasó en ocho meses y no pasará en otro tanto; quiero pensar que aun conservo la esperanza de que las cosas cambien y pueda hacer lo mismo con mis seres más cercanos pronto... muy pronto.  

Estimado lector, querida lectora, aquí como en la vida, no todo es oscuridad, celebro que haya llegado hasta aquí y le reitero mi felicitación por que hemos sobrevivido a una pandemia -ésta-, pero no hace mucho sobrevivimos a otra. Quizá es hora de reflexionar y cambiar las reglas de nuestra habitación en el planeta Tierra, o al menos la cohabitación con nuestros semejantes primero, y con el entorno después, pero aquí nunca ha sido mi intención decirle que hacer -suponiendo como lo hago, que alguien me lea-, así que le deseo que siga disfrutando de su vida y la de sus cercanos...


---Alexred---


3 comentarios:

  1. Así es de sencillo, para poder abrazarnos más adelante sólo es cuidarnos seguir los protocolos sugeridos por los médicos.
    Y ser pacientes en la espera del fin de esta pandemia, porque todo lo que empieza termina.

    ResponderEliminar
  2. Pronto pasará no te desesperes Dios mediante abrazaremos a nuestros seres queridos 😍 Dios ama a todos los seres vivos 🐩🐕

    ResponderEliminar
  3. Todo principio tiene su final, tal vez doloroso para algunos que perdieron a un ser querido, o tal vez el trabajo. Pero aprendamos a ser más empáticos a respetar los protocolos, cuidarnos entre nosotros. Deseo tanto poder abrazar a mi familia y amigos.

    ResponderEliminar