Hace unos días, en la sobremesa de un desayuno (que empezó un domingo a las dos de la tarde ¡ja!) con la cuatitud -en serio amigos, amigas de toda la vida- alguien le preguntó a otro alguien cuál era su religión; la respuesta fue "soy católic_, pero no practico desde hace muchos años...", entonces quien preguntó volvió a hacerlo: -"¿y no es más honesto decir que no tienes religión?".
Ahí brinqué yo...
No me voy a meter, querida lectora, querido lector, al tema que se estaba discutiendo civilizadamente en ese momento, y no porque piense que hay temas que no se deben discutir, al contrario, todo es discutible; me voy a referir al contenido de la segunda pregunta porque me parece que es parte de un problema de la sociedad en general (además de que lo hago sin ánimo de ofender a ninguna de las personas que ahí estaban, a quienes por cierto les envío mi cariño que saben suyo).
Una vez aclarado el punto, continuo:
Desde mi punto de vista, este tipo de preguntas, así planteadas, conscientes o no, llevan una trampa. Me explico, la primera pregunta es concreta y directa, clara; fue respondida de manera contundente con un extra; y fue revirada con otra pregunta que llevaba un argumentación falaz: la pregunta "no es más honesto decir que no tienes religión", buscaba ganar un debate en una discusión con mayor contenido.
Porque, corríjanme si piensan que me equivoco (que para eso también esta el espacio para comentarios), pero incluso sin contexto, la respuesta -insisto- fue directa y contundente, clara y respondía perfectamente a la primera pregunta, sin dejar lugar a la duda, o sea, no hay ambigüedad ni vaguedad, incluso dio un extra en la información.
Le decía a mi amig_ que me parecía que su pregunta solo era formulada para que le respondieran algo específico, diferente a la primera pregunta y que la respuesta obtenida no le proporcionaba.
Ojo, no esta mal, al final en cualquier discusión (entendida como el intercambio de ideas con el objeto de establecer una posición y que ésta parezca mejor que cualquier otra), pacífica o no, la gente quiere ganar, tener la razón; es parte de la naturaleza humana y el lenguaje es una herramienta -la principal- para lograrlo.
Sin embargo, hago esta reflexión porque en la actualidad vivimos un clima de polarización social que cada vez menos admite los puntos medios o la graciosa concesión al otro -no solo en México, esto pasa en el todo el mundo-.
Queremos ganar avasallando, pasando por encima de quien se ponga en frente, porque nos gusta tener la razón, imponerla y vencer...
El problema es que pasa en todos los niveles, yo les acabo de describir una plática entre personas a las que les une una gran amistad, no pasa nada; pero justo hace menos tiempo, en una conferencia especializada en temas jurídicos, que incluyó Teoría del Estado y Teoria de la Democracia -entre otras-, un compañero hacia una pregunta sobre un tópico político actual, conduciendo a una única respuesta, aun cuando el tema (debatible) está bajo el estudio constitucional del máximo órgano estatal encargado de ello.
Es decir, se formula una pregunta con alto contenido de posiciones personales de tal modo que se entienda que la respuesta, no solo del panelista, sino del propio proceso judicial debiera ser acorde con lo que se está preguntando... ¿solo yo veo la trampa?
Esto en cualquier ámbito es peligroso, pero me preocupa cuando me doy cuenta que sucede en foros profesionales y académicos. Porque, seamos sinceros y generalicemos -asumiendo el riesgo que esto implica-: todo el mundo espera de las personas que tienen una educación superior o mayor -como es el caso del último ejemplo- un procesamiento de las ideas mejor que el de las personas que no lo tienen; y el hecho de que no sea así, complica mucho la discusión de los asuntos públicos. Porque -sigo insistiendo- todos quieren (o queremos) ganar y no se dan cuenta -me parece- que la vida no es un juego de suma cero. Aunque la polarización social en el mundo insista en presentar ese tablero.
En fin, ojalá podamos todos recordar siempre que la vida es un gran círculo cromático en donde los diferentes tonos de grises y sus extremos son apenas unos pequeños puntos en el universo y los más importante es aprender a vivir con ello...
---Alexred---
Prácticas de poder...
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