Los fines de año marcan finales de ciclos. La gente aprovecha para reiniciar su catálogo personal de propósitos -más bien deseos- a cumplir y los medios de comunicación hacen un repaso a los acontecimientos más importantes, los que dejaron huella, del año que se extingue. Siempre con la intención, sabida, probada, de que es una buena oportunidad para (re)comenzar: bajar de peso; hacer el viaje que tanto llevamos planeando; inscribirse al gimnasio; en fin... un largo e imaginativo etcétera, tan creativo como el conjunto de nuestra imaginación nos permita.
A mi me parece que sí sirven estos cortes; por ejemplo, podemos afirmar que nuestro mundo es completamente diferente al de hace 20 años.
Nosotros mismos: ¿alguna vez, querida lectora, querido lector, se ha preguntado como se encuentra hoy respecto al final de año de, por ejemplo, 2002? ¿En que contexto se encontraba?
¿A poco no, el mundo era otro?
Empezando porque no nos hacemos más jóvenes; las comunicaciones lo inundaron todo; la guerra seguía siendo un tema y yo entraba en una crisis existencial de la que no salí hasta varios años después.
Pero, igual podemos imaginar el año 1995; en México, fatídico, y ahora que lo escribo, en lo personal también.
Sin embargo, la vida sigue, el tiempo pasa, las heridas sanan, las aguas tomas su cauce y mil lugares comúnes más.
Recuerdo que durante varios años, envié mails a mis contactos deseándoles un buen nuevo año; y ahí les platicaba de lo bueno -o no- que el año que terminaba había sido para mi. Uno de los últimos mensajes fue el del fin de año de 2011; para mi, recuerdo que fue un año redondo; solo puras buenas cosas pasaron. Si lo encuentro lo posteo aquí, en una entrada, y no por presumir, sino porque recuerdo que tiene mensajes bonitos.
Y de eso se tratan los finales de año, al menos para mí: de agradecer a la vida la oportunidad de vivirla; de gradecer a mi familia por acompañarme y jugar conmigo; a los amigos, a las amigas, de permitirme la oportunidad de seguir juntos, como familia, como equipo; a las hojas sueltas por continuar hojasuelteando en esta vida en la que de manera soltaria sería más difícil; y los seguidores del canal y de redes sociales y de este blog, por ver las historias que, alrededor de Alexred, aquí se cuentan .
Hay muchos planes; muchos proyectos; noticias interesantes; y también muchas, muchas cosas buenas que esperar.
Así que, a todos, a todas, feliz 2023.
Nos vemos el año que entra.
*suena de fondo " yo no olvido al año viejo, porque me ha dejao cosas muy buenas..."*
---Alexred---
No hay comentarios:
Publicar un comentario