Nunca me ha gustado tomarme fotografías con figuras públicas... con excepción de Chewbacca y Mickey Mouse.
En serio. Miren:
Tengo una suerte para encontrar y reconocer personajes de la farándula y de la política en la calle, que no me creerían las historias que tengo.
No voy a entrar en detalles, pero, por ejemplo, a Jacobo Zabludowski me lo encontré tres veces, la tercera de plano si le pedí una foto --jajaja-- fue muy chistoso.
Otra ocasión, el mismísimo Mario Almada, estrella del cine mexicano, me dio un rai hasta mi casa -me cae-.
Es muy común que en los aeropuertos de todo el país me encuentre con personajes de la política nacional. Una vez estaba esperando a personal de donde trabajo, otra vez en Veracruz; era el último vuelo de la CDMX y había un grupo de familiares esperando a niños y niñas que venían de intercambio de Canadá, con porras, mariachis, globos, en fiesta pues, y justo cuando estaban saliendo los niños y empezó la alharaca, como sincronizado, los rebasa un exgobrenador que fue querido y ya no. Ya entrados en festejos, el grupo le lanzó una porra, y el pobre hombre con prisa y -se notaba- queriendo pasar desapercibido, no se esperaba el alborto y se puso rojo, rojo... bueno, mas bien morado.
Otra vez, ahora en el aeropuerto de Monterrey, mi exjefe venía platicando muy amenamente con Cepillín... hasta les tomé una foto.
Recuerdo todo esto, porque hace unos días, en un viaje a la CDMX, en el restaurante del hotel, a la hora del desayuno, un sujeto nos pregutó por los chilaquiles; que si eran como frijoles. Por supuesto le platicamos y le llamó mucho la atención el platillo, y esa pregunta fue el detonante de una conversación bien interesante.
Resulta que el señor era peruano -bueno, es peruano- y, además, una estrella de la farándula de por allá. Tuvimos una charla como de veinte minutos, hasta que me levanté por unos deliciosos chilaquiles, para que viera como se servían.
Muy interesente, nos contó que estaba aquí como jurado en un concurso, en un congreso de Circos latinoamericanos, y sobre su personaje; y eso nos lo contó por que no me quedé con las ganas de preguntarle cuál era el programa que tenía en el Perú... y nos lo mostró. Y sí, sí es bien pinches famoso.
Le envío un abrazo a Ernesto Pimentel, con la esperanza de que el encuentro haya sido igual de provechoso para él...
Soy un convencido de que los viajes nos dejan siempre algo, alguna enseñanza o, al menos nos dan la posibilidad de conocer personas interesantes.
Ese viaje no fue la excepción.
¿Por qué no me platican aquí en los comentarios si han encontrado famosos así, muy casual?
---Alexred---
Un placer conocerte y ya nos seguimos. Todos tenemos algo q. Compartir y aprender siempre. Y desayuné chilaquiles gracias
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